Desde hace año y medio, el Departamento de Justicia realiza una pesquisa sobre el letrado, incluida una citación del gran jurado de 2019 sobre posible lavado de dinero, fraude electrónico, violaciones de financiamiento de campañas y obstrucción de la justicia, entre otras alegaciones.
El registro que hizo esta semana el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en la oficina de Giuliani indica que las autoridades intensifican de manera significativa su investigación sobre el también exalcalde de Nueva York.
Aunque existen pocos detalles sobre el alcance de la pesquisa, algunos informes citados por el diario The Hill este sábado sugieren que la atención podría centrarse en el trabajo de Giuliani en nombre de clientes en otros países, incluyendo Ucrania, y su falta de registro como agente extranjero mientras se desempeñaba como abogado personal del presidente.
Expertos que trabajaron en años anteriores en el Departamento de Justicia aseguran que una investigación de este tipo sobre un letrado de alto perfil, que podría poner en peligro el privilegio abogado-cliente, es muy probable que necesite un permiso de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de más alto rango en el gobierno.
Este no es un abogado cualquiera, es un exfiscal y alcalde, un aliado prominente del presidente anterior, por lo que podemos estar seguros de que la autorización estuvo a los más altos niveles, dijo Harry Litman, exasistente del fiscal general adjunto durante la administración de Bill Clinton.
Por su parte, el expresidente Donald Trump calificó de injusta la investigación federal contra Giuliani y puso en duda los objetivos de los agentes que registraron el apartamento y la oficina de su aliado.
‘Es muy, muy injusto, Rudy es un patriota que ama este país y no sé qué están buscando, qué están haciendo, dijeron que tenía que ver con la presentación de varios documentos, él ama tanto a este país’, dijo Trump a Fox Business Network en una entrevista telefónica.
El abogado de Giuliani, Bob Costello, informó este miércoles que la investigación tiene motivaciones políticas, un cargo que rechazó la administración del presidente Joe Biden.
Giuliani fue alcalde de Nueva York de 1994 a 2001, se desempeñó como fiscal general adjunto de 1981 a 1983 y fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York de 1983 a 1989, entre otros cargos de alto nivel.
Antes de las elecciones del 3 de noviembre de 2020, Giuliani lideró un esfuerzo para destapar una supuesta actuación ilegal en Ucrania del entonces contendiente demócrata Joe Biden y su hijo Hunter, alegaciones que estos últimos rechazaron.
El exalcalde enfrenta acciones legales separadas con respecto a sus acciones en torno a los comicios del año pasado y el mortal ataque de seguidores de Trump el 6 de enero contra el Capitolio de Estados Unidos, que provocó cinco muertos.
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