Durante una visita a la región, el jefe del ejecutivo kirguizo confirmó que la decisión correspondiente fue firmada y enviada al parlamento para su consideración, indicó el servicio de prensa del gabinete de ministros.
Señaló que tal condición incluirá preferencias fiscales y que el Estado se encargue de la restauración de las viviendas de los residentes de la zona destruidas durante los enfrentamientos.
Maripov apuntó que en estos momentos las autoridades contabilizan los daños, pero que son alrededor de 100 casas afectadas, 30 en Batken y 70 en los distritos de Leilek.
Subrayó que las construcciones comenzarán lo antes posibles para terminar los trabajos antes de que comience la temporada invernal.
La víspera, Kirguistán y Tayikistán completaron el retiro de sus unidades militares de la zona de conflicto en la frontera común, señaló un comunicado del Servicio de Fronteras del Comité Estatal de Seguridad Nacional de Kirguistán (GKNB).
Según el texto, la situación en la frontera se caracteriza por ser ‘estable’ y una comisión mixta integrada por representantes de los ministerios de Defensa de los dos países continúa inspeccionando el territorio donde antes se ubicaron unidades y equipos militares.
El sábado, delegaciones de ambos gobiernos iniciaron negociaciones para la demarcación y delimitación de la frontera en el tramo que comparten ambos países.
Un total de 33 personas murieron y más de 120 resultaron heridos en Kirguistán durante los enfrentamientos de la última semana en la franja divisoria entre ambos países, reportó a la agencia de noticias TASS el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de esta república.
Cerca de la mitad de la frontera entre Kirguistán y Tayikistán, de 970 kilómetros de extensión, sigue sin delimitarse tras la desintegración de la Unión Soviética.
Durante años, tal situación ha provocado disputas sobre el uso de terrenos y recursos hídricos, reportándose enfrentamientos entre vecinos que quedaron en lados opuestos de la línea divisoria.
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