En su comparecencia, el magistrado abogó por aumentar el apoyo para combatir la violencia armada en 232 millones de dólares para el año fiscal 2022, con el fin de favorecer los recursos de aplicación de la ley federal y la financiación de subvenciones dirigidas a programas de intervención comunitaria.
Además, explicó, el aumento también permitiría la contratación de 100 nuevos jueces de inmigración para reducir la acumulación de casi 1,3 millones de casos pendientes de ese tipo en los tribunales, añadió el fiscal general.
La nueva propuesta de presupuesto incluye, igualmente, aumentos de 45 millones de dólares para las investigaciones de terrorismo doméstico del FBI y 40 millones para que los fiscales federales manejen cada vez más casos al respecto, señaló.
Tras su confirmación como fiscal general el pasado mes de marzo, Garland apuntó que su primera prioridad sería procesar por completo los crímenes ‘atroces’ cometidos en el ataque al Capitolio, en enero de este año.
Asimismo, expresó que la amenaza de los supremacistas blancos es uno de los mayores peligros que enfrenta Estados Unidos ahora.
De acuerdo con el diario The Hill, el nuevo fiscal general llegó al cargo con una larga lista de objetivos que van desde reformar la justicia penal, solucionar el racismo endémico del sistema e investigar las amenazas de terrorismo doméstico.
Además, añadió ese medio, él tendrá que equilibrar la reconstrucción del Departamento de Justicia con una investigación de terrorismo nacional de amplio alcance y disputas políticas controvertidas en temas como la reforma policial, de la justicia penal y la inmigración, y los objetivos del presidente norteamericano, Joe Biden, sobre el derecho al voto.
Frente a los numerosos ataques con armas de fuego registrados en diversos lugares del país este año, el mandatario demócrata emitió órdenes ejecutivas destinadas a enfrentar la violencia con esos dispositivos, y consideró que el problema constituye una epidemia y una vergüenza.
mem/ifb