La decisión del mandatario de nombrar a Luboya Nkashama Johnny y a Ndima Konguba como gobernadores militares de Kivu Norte e Ituri, respectivamente, sucede a la de decretar el estado de sitio en ambos territorios por el aumento de ataques perpetrados por grupos armados.
Asimismo, Tshisekedi también designó Alonga Boni Benjamin y Ekuka Lipopo como vicegobernadores de esas provincias.
Al respecto el portavoz del Ejército, Léon-Richard Kasonga, destacó que las Fuerzas Armadas están al servicio de la población y tienen la capacidad de enfrentar a las ‘fuerzas negativas’ que operan en esa zona de la RDC.
‘Tenemos la obligación de respetar los Derechos Humanos, el Derecho Humanitario y las normas de actuación’, subrayó, y manifestó que de la neutralización de las formaciones armadas que operan en esas provincias derivará la paz y la tranquilidad congoleñas.
Las asambleas y los gobiernos provinciales permanecen suspendidos por un período de 30 días, durante los cuales estará en vigor el estado de sitio, mientras que el propio presidente llamó a la unidad para lograr restaurar la paz y la seguridad en este país africano.
Insurgentes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) y las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), entre otros, operan en el este del Congo Democrático, pese a que en 2003 concluyó formalmente la guerra, causante de millones de muertos, la mayoría víctima del hambre y las enfermedades.
El estado de sitio en Ituri y Kivu Norte coincidió con la disposición de Tshisekedi –hecha pública recientemente en la capital keniana- de desplegar tropas en el este congoleño para combatir el terrorismo.
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