‘Fue muy importante para mí personalmente. Creo que para el PT (Partido de los Trabajadores) resulta muy significativo restablecer conversaciones con las fuerzas políticas de este país. Hace tiempo que no me reúno con los partidos políticos’, afirmó Lula en un video tras cumplir una visita a Brasilia.
En el audiovisual junto a la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, el exdirigente obrero, que se reunió en esta capital con políticos de diferentes tendencias y embajadores, calificó su estancia de exitosa.
Durante sus diálogos abordó ‘la vacuna urgente para todos, la ayuda de emergencia de 600 reales (108 dólares mensuales), el crédito de emergencia para salvar a pequeñas y medianas empresas y una política de inversiones para generar puestos de trabajo’, comunicó la organización política.
También en los intercambios de opiniones, Lula denunció la desastrosa política internacional del gobierno de Jair Bolsonaro.
‘Nadie llama a Brasil para una reunión. Todo el mundo está preocupado por el desgobierno, la deforestación, la despreocupación del gobierno por la Covid-19, las vacunas y el cuidado de la gente’, señaló.
Para el exlíder sindical, las conversaciones con los diplomáticos fueron sustanciales ‘porque estas personas saben que Brasil se convirtió en un protagonista internacional y fue tomado muy en serio’.
Sobre todo, precisó, ‘cuando se discute la lucha contra la pobreza, la miseria y el hambre, pero también en la cuestión del medio ambiente, porque Brasil ganó mucho respeto con la política que hicimos para reducir la deforestación en un 80 por ciento’.
Además, insinuó que podrían agendarse ‘otras visitas’ para ‘volver a hablar con todo el mundo; empresarios, sindicatos, trabajadores y partidos políticos’.
En tal sentido, refirió, para que se pueda estar seguro de que se trabaja para recuperar la democracia y volver a tener un país feliz, en el cual las personas puedan vivir en paz.
‘Fue un éxito, vuelvo a Sao Paulo contento con la agenda de cinco días aquí en Brasilia’, concluyó.
Analistas aseguran que Lula, quien recuperó sus derechos políticos tras ser abolidas sus condenas por la Corte Suprema, empezó a dar los primeros pasos para construir un frente amplio de la izquierda con la finalidad de derrotar a Bolsonaro en las elecciones de 2022.
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