Las partes hablaron sobre los ataques de Tel Aviv en la mezquita de Al-Aqsa, uno de los tres lugares más sagrados del Islam, de acuerdo con un comunicado de la Dirección de Comunicación turca.
Erdogan rechazó enérgicamente los ataques que, dijo, hieren la conciencia de toda la humanidad, no solo de los musulmanes, y la persecución de los palestinos. El sábado último tildó de cruel al Gobierno de Benjamín Netanyahu.
Igualmente, expresó a sus contrapartes que hará todo lo que este en sus manos para movilizar al mundo entero, especialmente al islámico, para detener el terrorismo y la ocupación israelíes.
Turquía seguirá apoyando la causa palestina, estará junto a sus hermanos palestinos y protegerá el honor de Jerusalén, añadió.
Más temprano, el portavoz de la presidencia turca, Ibrahim Kalin, instó a Israel a cesar sus ataques contra los palestinos en Jerusalén este y llamó a detener lo que calificó de interminable agresión contra civiles no armados en su propio territorio.
Las protestas, iniciadas la semana pasada por la expulsión de árabes residentes en el distrito de Sheikh Jarrah para construir un asentamiento de israelíes, se agravaron tras la invasión de fanáticos judíos al complejo de la mezquita Al Aqsa.
Tanto la Organización de Naciones Unidas como la Unión Europea, así como diversos países, exigieron a Tel Aviv parar la represión y las construcciones de asentamientos israelíes en los territorios ocupados.
Entre los 400 heridos se cuentan dos centenas de niños, denunció la Organización de Naciones Unidas para la Infancia.
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