Varios activistas se encadenaron a la entrada del edificio en momentos en que la compañía celebraba su reunión anual de accionistas, y colgaron desde el techo una enorme pancarta con la leyenda: Vacunas para el pueblo, no vacunas para ganancias, informó el grupo en sus redes sociales.
También hubo protestas similares en otra dependencia de AstraZeneca en Macclesfield y en la Universidad de Oxford, cuyos científicos trabajaron en el desarrollo de la vacuna contra la Covid-19.
Según el director de Global Justice Now, Nick Dearden, el medicamento contra la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 se obtuvo a través de una investigación financiada con fondos públicos, por lo que debe ser accesible para todos.
El Reino Unido está obteniendo beneficios de una vacuna altamente efectiva, pero todavía hay miles de gente muriendo a diario de Covid-19 en países pobres o de bajos ingresos, aseveró el activista, en declaraciones a la prensa local.
Un vocero de la compañía argumentó, sin embargo, que el producto se desarrolló sin fines de lucro y está ahora disponible en todo el mundo, ya que representa el 98 por ciento de las dosis que distribuye Covax, la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud para un acceso equitativo a las vacunas contra la Covid-19.
A finales de abril, la trasnacional anglo-sueca dijo que duplicó sus beneficios netos en el primer trimestre del 2021, aunque aseguró que de los mil 560 millones de dólares obtenidos, solo 275 millones de dólares corresponden a la venta del medicamento desarrollado junto a la Universidad de Oxford.
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