Las autoridades imputan a Osorio el feminicidio de una madre y su hija el pasado viernes en el occidental municipio de Chalchuapa, en una vivienda donde también fueron encontrados dos cadáveres en una fosa.
El fiscal Max Muñoz adelantó que existe un patrón misógino en las muertes de las víctimas de Osorio, quien estuvo preso por estupro y se le achacan además asesinatos por encargo y vínculos con grupos de exterminio.
El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, confirmó que este martes comenzarán las labores de rescate de los otros cuerpos abandonados, que al parecer son un hermano del asesino y un familiar de las víctimas.
Las autoridades vincularon preliminarmente esta masacre al tráfico ilícito de personas, en particular migrantes en potencia que eran asesinados tras pagar por ser llevados a Estados Unidos de manera irregular.
La investigación sugiere que Osorio operaba como parte de una estructura criminal, y en consecuencia ya fueron arrestadas otras 10 personas que son investigadas.
En Chalchuapa cobra fuerza el criterio de que muchas personas reportadas como desparecidas en los últimos meses podrían haber sido asesinadas por este grupo, y tampoco se descarta la hipótesis de que Osorio fuera un sicario.
El Salvador registró una drástica disminución en los promedios diarios de homicidios, pero aún son altas las denuncias de desapariciones.
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