El rey jordano, Abdala II, advirtió que sin una decisión al respeto y con la violencia impuesta por Israel en la Jerusalén ocupada y en la palestina franja de Gaza, crece la inestabilidad, la inseguridad, el odio y el extremismo en la región.
A juicio del monarca hachemita, la injusticia y la falta de soluciones crean situaciones críticas que los terroristas explotan para reclutar partidarios.
Abdala II opinó así durante una cumbre virtual llamada Christchurch Call, en referencia a un atentado en 2019 contra una mezquita en la ciudad neocelandesa de igual nombre que dejó un saldo de decenas de muertos y heridos.
Ante un auditorio en línea con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra del país oceánico, Jacinta Ardern, el rey jordano enfatizó en la necesidad de enfrentar en el ciberespacio la propaganda extremista.
Casi al unísono con la intervención del monarca, la policía antidisturbios jordana dispersó a cientos de manifestantes pro palestinos que intentaban llegar a un puente que conduce a la Cisjordania ocupada por Israel.
Testigos alegaron que la policía recurrió a gas lacrimógeno y disparos al aire para detener a una protesta contra la masacre perpetrada por sionistas contra los palestinos.
Los manifestantes provenían de una mezcla de partidos de oposición y grupos tribales, cuya ira va en aumento ante la escalada de violencia del sionismo contra los árabes.
Otras concentraciones populares tuvieron lugar en calles capitalinas con coros antiisraelíes, mientras exigían la expulsión del embajador de Tel Aviv y la anulación de un tratado de paz con Israel.
Cientos de mezquitas rezaron por los centenares de muertos en la franja de Gaza causados por bombardeos aéreos y terrestres del ejército sionista.
La mayoría de los 10 millones de jordanos son de origen palestino, cuyos ancestros resultaron expulsados tras los combates que acompañaron la creación del estado de Israel en 1948.
Hay vínculos muy estrechos con parientes al otro lado del río Jordán en Cisjordania y Jerusalén Este, ambos capturados por Tel Aviv en la guerra árabe-israelí de 1967.
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