Según el periódico digital Myanmar Now, las fuerzas de la junta militar tomaron Mindat y forzaron la retirada del recién formado grupo de la Fuerza de la Defensa Chin, que prefirió parar los combates dentro de esta ciudad de 50 mil habitantes para evitar su destrucción.
Al menos cinco civiles y cinco militares murieron en los enfrentamientos en los últimos días, según las cifras confirmadas por la prensa local, aunque se teme que el número aumente de forma considerable a medida que la información se haga accesible.
Los combates en la zona se intensificaron en los últimos días a pesar de que el pasado jueves la junta castrense, en el poder desde el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, declaró la ley marcial en Mindat como respuesta a una serie de ataques de la Fuerza de la Defensa Chin.
Varias guerrillas de las minorías étnicas, que representan un tercio de los 54 millones de myanmenos, llevan alzadas en armas desde hace décadas para pedir más autonomía o la independencia, y algunas han expresado su apoyo al movimiento de desobediencia civil contra los militares.
Mientras los combates prosiguen en zonas fronterizas, cientos de personas volvieron a salir este domingo a protestar en las principales ciudades del país, como Rangún y Mandalay, en contra de la junta militar, a pesar de la fuerte represión.
El Ejército myanmeno dirigido por el general Min Aung Hlaing justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre pasado, en los que arrasó el partido de Aung San Suu Kyi, actualmente en prisión.
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