La plataforma con sede en Arcahie, conocida como la ciudad de la independencia y situada al noroeste de esta capital, es muy crítica con la situación actual y denunció que el país es rehén de intereses políticos con la indiferencia casi total de la comunidad internacional.
Mientras esto sucede se evidencia el fracaso tanto del Gobierno como de la oposición –aseguró-, que crearon una ‘república de pandillas’ lo cual empobrece y destruye los sueños de la población de alcanzar una estabilidad política.
Ante este panorama, la Force Louverturienne Réformiste (Fuerza Louverturiana Reformista) reclamó la aparición de una nueva clase de corriente democrática, que aporte nuevas ideas al pensamiento crítico, mientras apuesta por la organización urgente de una cumbre nacional entre los actores políticos, la diáspora y sectores organizados del país.
La cumbre deberá concluir con un acuerdo político para restablecer la paz, a través de la suspensión de las actividades del Consejo Electoral y la salida voluntaria, pero efectiva del presidente Jovenel Moïse.
Además, propone la formación de un gobierno de transición, con un primer ministro consensuado, y la celebración de los juicios contra los malversadores de fondos públicos, todo ello luego del pacto nacional que promueva la buena gobernanza y permita la realización de elecciones.
Sin embargo, la víspera Moïse rechazó la transición como opción para el cambio de poder en el país, y la calificó de ‘viejo trato travieso’ que divide al Estado en pequeños pedazos.
Al margen de de la ceremonia por el aniversario 218 de la creación de la bandera nacional, el jefe de Estado abogó por un plan en el que no haya transición, ni intereses personales y que no pretende enriquecer a un pequeño grupo a costa de la mayoría empobrecida.
Moïse, en cambio, promovió el referendo como estrategia para alcanzar la estabilidad política, y remarcó la necesidad de elecciones a finales de este año para que el pueblo decida quién debe gobernarlo.
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