Así lo estimó una valoración del diario The New York Times al conocer el informe de que Letitia James, la fiscal general del Estado, quien llevaba a cabo una investigación civil sobre los negocios de Trump, se sumó a la pesquisa penal.
Donald Trump y su familia se vieron sometidos a una creciente presión por parte de los investigadores de Nueva York después de que la oficina del fiscal general dijera el martes que estaba trabajando junto con el del distrito de Manhattan en una investigación de fraude criminal en curso, señaló el Times.
Las dos oficinas avanzaron investigaciones paralelas durante más de un año, aunque la indagación de la oficina de James, era de carácter civil, lo que significa que podría dar lugar a una demanda o a multas, añadió la publicación.
El fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance Jr., lleva a cabo una investigación penal, que podría dar lugar a cargos.
‘Hemos informado a la Organización Trump de que nuestra investigación sobre la organización ya no es de naturaleza puramente civil’, dijo Fabien Levy, portavoz de James, en un comunicado.
‘Ahora estamos investigando activamente la Organización Trump en una capacidad criminal, junto con el fiscal de Manhattan. No tenemos ningún comentario adicional en este momento’, señaló el texto.
La pesquisa criminal del fiscal del distrito de Manhattan se centra en una serie de posibles delitos financieros en la Organización Trump, incluyendo el fraude fiscal y bancario, algo penado por la ley y que de probarse pudiera llevar a los acusados a la cárcel.
El expresidente también se enfrenta a una investigación penal en Georgia, donde el fiscal del distrito del condado de Fulton indaga sus intentos de revertir el resultado de las elecciones presidenciales en el estado en 2020.
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