De acuerdo con un documento de la Alianza Vacuna para el Pueblo, grupo que aboga por el acceso igualitario a estos medicamentos, al menos nueve personas se hicieron multimillonarias tras la fabricación, venta y distribución de vacunas contra el coronavirus causante de la compleja situación epidemiológica actual en el orbe.
Los activistas de esta alianza, que incluye organizaciones de salud, humanitarias, líderes mundiales, religiosos y economistas, analizaron datos de la revista Forbes.
Precisaron que la lista la encabezan los directores ejecutivos de Moderna y BioNTech, quienes obtuvieron un patrimonio superior a cuatro mil millones de dólares.
Se incluyó también a tres inversores de Moderna, al presidente de una compañía contratada para fabricar y envasar su vacuna, y a los tres cofundadores de la farmacéutica china CanSino Biologics.
Asimismo, señalan que otras ocho personas, quienes ya eran multimillonarias antes de la pandemia, aumentaron su riqueza de manera significativa; entre ellas miembros de las empresas chinas Chongqing Zhifei Biological y Sinopharm o la firma india Cadila Healthcare y accionistas de BioNTech.
La información de la Alianza Vacuna para el Pueblo precisa que los nueve multimillonarios tienen una riqueza neta combinada de 19 mil 300 millones de dólares, con los cuales se podría vacunar por completo a toda la población de los países de bajos ingresos, quienes solo han recibido el 0,2 por ciento del suministro mundial de vacunas.
Denuncian que aun cuando esos medicamentos fueron financiados en gran medida con fondos públicos, las empresas privadas con el monopolio sobre su propiedad intelectual son quienes obtienen las recompensas.
En la actualidad, científicos, empresarios, autoridades sanitarias y líderes mundiales debaten sobre la posibilidad o no de eliminar temporalmente las patentes de las vacunas contra este coronavirus.
Fabricantes, personas influyentes y países como Reino Unido y Alemania apoyan la protección de la propiedad intelectual, al considerarla una herramienta fundamental para la innovación y recompensa a los esfuerzos de desarrollo de nuevas tecnologías.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud aseguró que renunciar a esas protecciones de propiedad intelectual posibilitará aumentar la capacidad de producción y lograr la tan anhelada equidad en la inmunización.
Esta posición cuenta con el apoyo de más de 100 países en desarrollo y en los últimos días se pronunciaron Estados Unidos, España, el Papa Francisco, líderes mundiales y premios Nobel.
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