Sally Abed, líder de la coalición de paz de base judía-árabe más grande de Israel, Standing Together, dijo que el alto el fuego tenía que suceder, pero no pone fin al asedio de Gaza, la ocupación en Cisjordania y Jerusalén Este, ni a la opresión sistemática de los palestinos en Israel.
Otro portavoz de la organización, Uri Weltmann, predijo que sin cambios importantes en la política israelí, el cese actual de hostilidades será temporal.
Lo siguiente a la vuelta de la esquina: los bombardeos en Gaza nuevamente, corriendo a los refugios en Ashkelon y Tel Aviv nuevamente, otra ola de violencia dentro de Israel, declaró al sitio digital middleeasteye.net.
Según ambos líderes, para lograr una paz permanente hay que poner fin a la expulsión israelí de palestinos de sus hogares, detener la discriminación antiárabe dentro de Israel y, en última instancia, poner fin por completo a la ocupación del territorio palestino.
Los civiles de ambos lados volverán a pagar el precio, tal como lo han hecho en los combates recientes, a menos que cambiemos por completo la actitud del estado [israelí], señaló Weltmann,
Activistas en Israel atribuyen la mayor parte de la culpa de esta última escalada de agresión al gobierno de Netanyahu, que provocó deliberadamente a los palestinos al intensificar las expulsiones forzosas en el vecindario de Sheikh Jarrah en Jerusalén Este.
Las provocaciones de Netanyahu ‘solo pueden verse como un intento por permanecer en el poder’, manifestó Aida Touma-Sliman, miembro de la Knesset (parlamento) del Partido Comunista de Israel.
El gobernante israelí ha fallado cuatro veces en la formación de un nuevo gobierno y solo permanece como primer ministro de manera interina, mientras se le juzga por corrupción.
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