El Comité Panameño de Solidaridad con Palestina, junto a varias organizaciones, hicieron la convocatoria para denunciar la masacre a que el ejército sionista sometió en los últimos días a las familias de la nación árabe, al tiempo que desmintieron la versión de que las acciones son parte de un conflicto religioso.
Tales mensajes estuvieron en los discursos de los múltiples oradores, en una jornada matizada por canciones de la resistencia del país agredido, mientras los participantes ondearon banderas de Palestina, Líbano y Panamá y muchos de ellos tenían sus hombros cubiertos con la kufiyya (pañuelo palestino).
A la convocatoria asistieron integrantes de las comunidades de residentes palestinos, libaneses y de la religión musulmana, representantes de una docena de organizaciones sociales, estudiantiles, universitarias, sindicatos y personalidades de la política local.
El viernes pasado, varios de los asistentes protestaron frente a la Embajada de Israel en esta capital, donde exigieron la paz para las familias de la Franja de Gaza y el reconocimiento del Estado Palestino, como acordó la Asamblea General de Naciones Unidas.
Con consignas de ‘libertad para Palestina’ y ‘fin al apartheid de Israel’, más de cien personas se manifestaron ante la sede diplomática en la que denunciaron las ‘políticas de expulsión’ y ‘colonización’ de Tel Aviv sobre los territorios palestinos ocupados.
‘No tenemos derechos, no nos dejan nada en Palestina (…) protestamos contra la masacre de nuestro pueblo, de mujeres y niños indefensos’, expresó a periodistas un joven palestino residente en Panamá, quien estuvo en la manifestación.
La campaña internacional #SionismoUnaFormaDeRacismo, respaldada en redes sociales por los solidarios, pretende desmitificar la matriz generada desde Israel y Estados Unidos, que presenta al pueblo hebreo como víctima del ‘terrorismo’ palestino, mientras justifica la agresión militar e invasión de colonos a territorios de su vecino.
Como parte de esclarecer los sucesos recientes, los solidarios difunden en redes sociales y grupos de mensajería instantánea videos y mensajes de la masacre y sus consecuencias para las familias, principalmente los niños, los más vulnerables durante la agresión, escenario tímidamente mostrado por los noticieros del país.
A su vez, diplomáticos israelíes acreditados en esta nación, realizan acciones publicitarias para presentarse como víctimas y justificar su agresión, agradecen el apoyo oficial y de algunas familias panameñas de origen judío, mientras tratan de confundir a los locales acerca de la legitimidad de Jerusalén como su capital, contrario a los acuerdos internacionales.
Precisamente el origen del último enfrentamiento fue la agresión de sionistas la noche del 22 de abril con el grito de ‘ámuerte a los árabes!’, en la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja de Jerusalén, durante el ramadán, festividad religiosa sagrada de los musulmanes, lo que provocó disturbios en los cuales la policía israelí reprimió a los palestinos.
Naciones Unidas aprobó múltiples acuerdos para la administración internacional de la ciudad sagrada, por su interés religioso para musulmanes, judíos y católicos, pero el racismo de los gobiernos sionistas impidió hasta el momento una solución pacífica a la convivencia de los habitantes de la urbe, según expertos.
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