El presidente Xi Jinping transmitió condolencias a los familiares y pidió aprender de quien es considerado un héroe del país, porque con su trabajo contribuyó a garantizar la seguridad alimentaria.
Altos funcionarios de los Ministerios de Relaciones Exteriores, y Agricultura y Asuntos Rurales, también manifestaron pesar y aseguraron que el deceso del académico es una pérdida enorme.
Desde la Organización de Naciones Unidas, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, y la agencia de la Alimentación y la Agricultura (FAO) recordaron que Yuan ‘salvó a millones de personas del hambre al desarrollar las primeras cepas híbridas de arroz’.
Imágenes divulgadas en la prensa local muestran a miles de ciudadanos chinos de todas las edades con ofrendas florales en el hospital donde falleció el agrónomo ayer, en las afueras de la casa fúnebre que acogerá mañana el velatorio en Hunan (centro) y en varias instituciones científicas del país.
Igualmente, en todos los medios de comunicación de China y las redes sociales proliferan las publicaciones en honor a su legado y desempeño profesional.
Yuan Longping murió la víspera con 91 años de edad y mientras recibía tratamiento en una institución de salud de la ciudad de Changsha, Hunan.
En 1973 cultivó de forma exitosa los primeros terrenos con el arroz híbrido, un tipo tolerante a ambientes salinos-alcalinos y al frío.
Años más tarde el cereal se sembró a gran escala en China y otros países, mientras en 2017 se logró el crecimiento en una granja a dos mil 800 metros de altura sobre el nivel del mar en una zona de la provincia noroccidental de Qinghai azotada por frecuentes sequías, granizo, heladas y otros desastres naturales.
El científico se mantuvo activo durante las últimas cinco décadas y hasta principios de este año, investigando y optimizando su arroz, que ya va por la tercera generación.
China tiene más 16 millones de hectáreas sembradas con ese grano especial y alimenta con él a un promedio de 80 millones de personas al año.
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