Pensando conmovido en tantas vidas perdidas trágicamente mientras estaban inmersas en la maravilla de la Creación, asegura la oración para quienes desaparecieron, quienes los lloran y el pequeño Eitán, cuya delicada situación sigue con trepidación, indicó el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín.
Su Santidad participa, en modo particular, a la aflicción de la comunidad local y la diócesis de Novara y se une al amado pueblo italiano, consternado por la grave tragedia, señala el telegrama dirigido al obispo de aquella demarcación católica, monseñor Giulio Brambilla, a nombre del sumo pontífice.
La tragedia, en la cual fallecieron 14 personas, ocurrió el pasado domingo día 23 cuando la cabina en la cual viajaban las víctimas cayó al vacío desde una altura de 15 a 20 metros antes de rodar ladera abajo, en un paraje boscoso al final del recorrido en el Monte Mottarone.
El único sobreviviente fue un niño de cinco años quien permanece en estado crítico en el hospital Reina Margarita de la ciudad de Turín, a donde fue conducido poco después de la tragedia en la cual fallecieron sus padres y su hermano.
El funicular propiedad del gobierno municipal de Stresa, reinició sus operaciones el 24 de abril último tras varios meses de inactividad por las medidas impuestas para enfrentar la pandemia de Covid-19.
Mientras tanto, la procuradoría del territorio donde ocurrió el hecho abrió una investigación con la hipótesis de homicidio múltiple y el ministro de Infraestructura y Movilidad Sostenible, Enrico Giovannini, anunció la creación de una comisión para determinar las causas del hecho.
La ruptura de un cable de deslizamiento y problemas con el funcionamiento del sistema de frenos de emergencia, son los primeros indicios de probables causas, según fuentes de la investigación citadas por medios locales.
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