Tal guarismo constituye nueva marca en la serie histórica iniciada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en 2012.
‘Este es el mayor contingente de desocupados en todos los trimestres considerados en esta serie histórica iniciada en 2012’ señaló el informe de la Pesquisa Permanente por Muestra Domiciliaria del IBGE.
De enero a marzo hubo 880 mil desempleados más que en el cuarto trimestre de 2020 y 1,96 millones más que en los primeros tres meses del año pasado.
La población ocupada, en los mercados formal e informal, era de 85,7 millones de personas en el primer trimestre.
Mientras el desempleo general resultó del 14,8 por ciento, también el más alto desde 2012.
La paralización alcanzó un 12,2 por ciento de los hombres y un 17,9 de las mujeres.
El reporte apuntó además que, en comparación con el primer trimestre de 2020, ocurrieron reducciones de empleo en siete sectores de actividad.
Destacaron las de alojamiento y alimentación que perdieron 1,4 millones de trabajadores, con una caída del 26,1 por ciento.
También con números negativos aparecen la industria (-7,7 por ciento) con 914 mil personas menos; construcción (-5,7), con 361 mil trabajadores menos; comercio, reparación de vehículos de motor y motocicletas (-9,4), con 1,6 millones de empleados menos.
Para el IBGE, desempleado es el ciudadano que no tiene trabajo y procuró encontrarlo en los últimos 30 días. Si deja de buscarlo en ese lapso de tiempo pasa a ser desalentado, alguien que renunció regresar al mercado laboral.
En esa última condición se registraron seis millones de personas en el primer trimestre, grupo que representa un 5,6 por ciento de toda la fuerza de trabajo.
La tasa de desempleo en Brasil cerró en 2020 con una media del 13,5 por ciento, la más alta de la serie histórica del IBGE.
Por su parte, la población empleada cayó ahora un 7,1 por ciento con respecto al año pasado, con un total de 85,7 millones de brasileños ocupados.
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