Sería un pequeño país, con un auto negro menos, consideró Kallas, en alusión a los vehículos oficiales de ese color utilizados por altos cargos del Gobierno, señaló el diario Eesti Paevaleht.
De esa forma, sería posible elegir al Presidente-Primer Ministro de manera directa, simple y clara, opinó el político estonio.
Al respecto, explicó que el procedimiento para seleccionar al jefe de Estado es muy complicado, pues ello requiere el apoyo de 68 de los 101 diputados del Riigokogu (Parlamento) o de 105 votos de los 208 miembros del Colegio de Electores.
Las presidenciales están previstas para el periodo entre el 10 de agosto y el 29 de septiembre de este año.
Primero, al nuevo mandatario lo intenta definir el Parlamento y, si ello fracasa, lo hará el referido colegio, formado por 107 representantes de los autogobiernos y los 105 diputados. Para ello.
Como ha demostrado 2016, el procedimiento de elección presidencial también es tan complicado que el nuevo jefe de Estado ni siquiera puede ser inaugurado, comentó Kallas.
Hace cinco años, asumió el cargo de Presidenta Kersti Kalijulaid, en sustitución de Toomas Hendrik Ilves, quien cumplió los dos mandatos reglamentarios.
Kalijulaid fue elegida, solo después que fue imposible seleccionar a otros tres candidatos en tres rondas de votaciones en el legislativo y dos en el citado colegio.
Estonia es una república exsoviética situada en las costas del mar Báltico, con una población de poco más de un millón 319 mil habitantes.
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