Según los periódicos Het Nieuwsblad, Gazet van Antwerpen y Het Belang van Limburg, además del conocido virólogo Marc Van Ranst, uno de los primeros amenazados por el tirador experto y veterano de misiones en Afganistán, Iraq y Kosovo, ciudadanos de diversos sectores cuentan con seguridad suplementaria, entre ellos un abogado.
Los medios admitieron desconocer la identidad de la inmensa mayoría de los protegidos, mientras la Fiscalía Federal descartó abordar el tema.
En los últimos días, fuerzas de seguridad realizaron sin éxito acciones de búsqueda en torno al parque nacional de Hoge Kempen, ubicado en la región flamenca, donde se presume escondido.
Conings, de 46 años, es conocido por posturas de extrema derecha, racistas y antivacuna, que llevaron a los servicios de inteligencia a incorporarlo al nivel tres de amenaza, el primer uniformado activo en tal situación.
Fuertemente armado, el militar prófugo dejó antes de alzarse cartas a sus seres queridos prometiendo ‘unirse a la resistencia y no rendirse sin luchar’ al ‘estar cansado de una sociedad de políticos y virólogos que nos han quitado todo’.
En Bélgica abundan los cuestionamientos al gobierno y a mandos castrenses por mantener el acceso del ahora prófugo al arsenal de la unidad del Ejército a la que pertenecía.
La ministra de Defensa Ludivine Dedonder negó esta semana responsabilidad en los hechos, al desconocer el nivel de alerta en el cual se encontraba el militar, y adelantó reformas y sanciones en el ámbito castrense por lo ocurrido.
También rechazó el apoyo en algunos sectores de la población a Conings, afirmando: ‘respaldar a este hombre, es respaldar a un hombre que ha amenazado con asesinar y herir a inocentes’.
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