Al menos 87 equipos de comandos actuaron en 115 puntos diferentes de Diyarbakir, donde incautaron 2,5 millones de raíces de cannabis, indicó la agencia Anadolu.
Las autoridades turcas buscan a al menos 26 personas involucradas en la producción de estupefacientes en la región, destacó el mismo medio de difusión, al remitirse a un comunicado oficial de la policía.
En la legislación turca existen penas relativamente severas para los que sean sorprendidos en posesión de cannabis. Ahora se establece una condena de entre dos y cinco años para quienes guarden o compren la planta de efectos psicotrópicos.
Los infractores también pueden ser sometidos a tratamiento en lugar de una pena de prisión. Si solicitan tratamiento a un profesional médico antes de ser detenidos, el especialista no está legalmente obligado a informar a la policía.
Además, los procesados por uso de cannabis tiene la opción, además, de elegir la libertad condicional como alternativa a la cárcel (hasta tres años), destaca la prensa capitalina.
Sin embargo, los reincidentes no pueden optar por la libertad condicional por segunda ocasión.
Pero si los consumidores de cannabis se niegan a recibir tratamiento o no cumplen con los requisitos de la libertad condicional, los tribunales turcos pueden dictar una sentencia de prisión.
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