En la red nacional de radio y televisión Bolsonaro comunicó anoche que todos los brasileños que lo deseen serán inmunizados hasta el final del año contra la Covid-19.
Tras esta declaración, la CPI emitió una nota oficial en la que afirma que tal inflexión celebrando los fármacos contra la dolencia llegó con un ‘retraso fatal y doloroso’.
‘Brasil esperaba este tono el 24 de marzo de 2020, cuando se inauguró el negacionismo minimizando la enfermedad, calificándola de pequeña gripe. Un retraso de 432 días y la muerte de casi 470 mil brasileños, inhumano e indefendible’, señala el texto.
Apunta que el discurso debió materializarse en la aceptación de las vacunas del Instituto Butantan y el laboratorio estadounidense Pfizer a mediados del año pasado, cuando el Gobierno dejó de comprar 130 millones de dosis, suficientes para la mitad de la población brasileña.
La junta parlamentaria denuncia que el exmilitar optó entonces por ‘descalificar las vacunas, sabotear la ciencia, estimular las aglomeraciones, conspirar contra el aislamiento y recetar medicamentos ineficaces para Covid-19’.
Firmada por el presidente de la comisión, Omar Aziz; el vicetitular Randolfe Rodrigues, el relator Renan Calheiros y demás miembros del colegiado, el contenido asegura que la reacción de Bolsonaro fue consecuencia del trabajo de la ‘CPI y de la presión de la sociedad brasileña que ocupó las calles contra el oscurantismo’.
Aunque el mandatario pareciera que retiró su negacionismo, agrega el escrito, ‘este reposicionamiento llega demasiado tarde. La CPI lamenta una vez más la pérdida de tantas vidas y el dolor que se podría haber evitado’.
La víspera, la médica infectóloga Luana Araújo culpó a Bolsonaro por la propagación de la Covid-19 y muertes en Brasil, ante la junta legislativa.
Interrogada por Calheiros si la indicación del medicamento cloroquina realizada por Bolsonaro ‘estimuló a la población a abandonar las medidas farmacológicas, como el uso de la máscara y el distanciamiento social’, Araújo ratificó la responsabilidad de la administración federal en la expansión del virus.
‘Cuando se defiende algo que no tiene pruebas científicas, se expone a las personas de ese grupo a una fragilidad extrema. Desde el momento en que se hace vulnerable a la gente con información incorrecta, no podemos esperar un resultado positivo’, subrayó la doctora.
mgt/ocs