Se trata de los proyectos ganadores de la competición Discovery 2019, cada uno de los cuales recibirá alrededor de 500 millones de dólares de financiación para estudios de la atmósfera del segundo planeta del sistema solar en orden de proximidad al astro rey.
‘Estas dos misiones hermanas tienen como objetivo descubrir por qué Venus se convirtió en un mundo infernal y ofrecerán la oportunidad de investigar un planeta en el que no hemos estado en 30 años’, declaró el administrador de la NASA, Bill Nelson.
Davinci+ medirá la composición de la atmósfera de Venus para lo cual descenderá en una cápsula encargada de realizar cálculos precisos de los gases nobles y los elementos que componen ese espacio.
Además, realizará fotografías en alta resolución de la composición de las teselas, formaciones geológicas que se asemejan a los continentes terrestres y sugieren la existencia de placas tectónicas.
Cuenta con una esfera preparada para analizar la atmósfera y entender cómo se formó y ha evolucionado, e incluso determinar si hubo alguna vez un océano en Venus.
Veritas, por su parte, operará desde la órbita y explorará su superficie a través de las oscuras nubes del planeta con un sistema de radar de última generación para crear mapas globales en 3D y un espectrómetro de infrarrojo.
También hará cálculos del campo gravitacional a fin de establecer la estructura del interior de Venus y lograr ofrecer una idea más completa sobre los procesos geológicos pasados y presentes del planeta, desde el núcleo hasta su superficie.
A Venus lo nombran el gemelo ‘infernal’ de la Tierra. Tiene similitudes con nuestro planeta en cuanto a tamaño, masa, composición superficial y la presencia de una atmósfera densa capaz de albergar un complejo sistema meteorológico.
Sin embargo, la atmósfera de Venus es 90 veces más densa que la terrestre, el equivalente a la presión a un kilómetro de profundidad bajo el mar, y está compuesta de un 96, 5 por ciento de dióxido de carbono y un tres de nitrógeno.
Debido a la densa atmósfera y su composición química, Venus experimenta un enorme efecto invernadero que eleva la temperatura de la superficie hasta más de 470 grados Celsius.
Las últimas misiones que visitaron Venus fueron Vega 2 en 1985, perteneciente a la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; la sonda Pioneer Venus 2, primera lanzada hacia ese destino por la NASA en 1978, que luego envió Magellan, en 1990.
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