La revuelta es liderada por el exministro para el Desarrollo Internacional Andrew Mitchell, quien presentó una moción ante la Cámara de los Comunes para someter a votación la semana próxima la decisión del ejecutivo.
Según Mitchell, su propuesta cuenta con el respaldo de otros 14 diputados conservadores, entre ellos varios exministros y líderes de influyentes comisiones parlamentarias.
El gobierno británico anunció en noviembre pasado que recortará en unos cinco mil millones de dólares el monto de su ayuda al desarrollo debido al impacto económico de la Covid-19.
El ministro de Finanzas, Rishi Sunak, durante la presentación al Parlamento del proyecto de presupuesto para este año fiscal, xplicó que en lugar del equivalente al 0,7 por ciento del Producto Interno Bruto establecido por la ley, el Reino Unido aportará en 2021 el 0,5 por ciento, aunque con la promesa de retomar la cifra anterior tan pronto como las condiciones lo permitan.
Organizaciones no gubernamentales e instituciones caritativas, líderes religiosos, como el arzobispo de Canterbury y legisladores de diferentes partidos consideran, sin embargo, que el recorte de la ayuda contribuirá a exacerbar las penurias de millones de personas en los países pobres, y acentuar el terrorismo, la emigración y el problema de los refugiados.
Aunque el Gobierno británico no ha publicado aún la lista de países e instituciones afectadas, algunos medios de prensa locales aseguran que Siria, Somalia, República Democrática del Congo, Libia, Nigeria y el Líbano perderán más de la mitad del financiamiento para el desarrollo.
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