El capitalino estadio de béisbol Rod Carew, acondicionado para la inusual disputa, acogerá el primer choque que escenifican ambos conjuntos en la historia de las eliminatorias mundialistas de la Confederación de Fútbol de la Asociación del Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf).
Segundo clasificado en el grupo D, el cuadro istmeño llega a este duelo con toda su artillería lista y con ganas de sumar puntos con vistas a la etapa octagonal final de Concacaf, donde hasta el momento República Dominicana marca la delantera.
Anguila, por su parte, arriba débil a la emblemática instalación deportiva, no solo por las tres derrotas que archiva en igual número de salidas, sino también por las bajas ocasionadas por la Covid-19 en su plantilla, lo cual obligó al equipo a cumplir un corto periodo de cuarentena en suelo canalero.
Sin embargo, el director técnico de Panamá, Thomas Christiansen, dejó claro que este encuentro lo afrontarán con ‘respeto al rival’ y con la ‘responsabilidad’ necesaria para alcanzar la victoria ante su afición, que después de un año de pandemia volverá a vivir las emociones del fútbol desde las gradas.
‘Quiero ganar, quiero ganar bien, jugar bien y convencer para dejar atrás las victorias cuestionadas en los dos primeros partidos eliminatorios anteriores’, dijo recientemente a la prensa el exfutbolista danés español, al referirse a las victorias frente a Barbados (1-0) y Dominica (2-1).
Como resultado de estos triunfos, ‘La Rojita’ suma seis puntos, mientras que Anguila no logró anotar nada en sus tres salidas anteriores, situación que tampoco resulta halagüeña este sábado, cuando disputará su último compromiso en la fase eliminatoria rumbo a Qatar.
Luego del choque de esta noche, Panamá enfrentará a República Dominicana el martes próximo, en el cierre del grupo D, en un partido en el cual los caribeños están obligados a la victoria, tras el empate de ayer 1-1 frente a Barbados.
Por lo pronto, Christiansen apuesta a la entrega de sus atletas y a la fuerza que siempre ofrece el hecho de jugar en casa, ante una fanaticada deseosa de que su equipo vuelva a un estadio mundialista, como lo hizo en Rusia 2018.
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