En una carta abierta a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, poco antes de su llegada aquí, Rodas considera el contexto actual del país muy similar ‘a las dictaduras militares que creímos haber erradicado a finales del siglo XX’.
A partir de septiembre de 2019 con el desmantelamiento de la Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad, se ha instaurado un clima de persecución contra los disidentes -defensores de los derechos humanos, líderes sociales y políticos, periodistas y comunicadores sociales, además de jueces y fiscales independientes, recordó.
En el caso de la Procuraduría de los Derechos Humanos, afirmó, el régimen la ha asfixiado financieramente, lo cual provocará a partir de agosto su paralización.
A su juicio, en Guatemala son las redes permanentes de corrupción y crimen, y los integrantes de cierta oligarquía depredadora, quienes están conformando un sistema para imponer a su presidente como un operador de turno de las mafias. En esas condiciones, puntualizó, es imposible esperar avances reales en la lucha contra la corrupción y remover las raíces que causan las migraciones irregulares.
Rodas consideró la visita de Harris ‘como una buena noticia para las poblaciones que sin esperanza siguen abandonando el país aunque quisieran permanecer junto a sus familias’.
En su opinión, la funcionaria podría ser una aliada para contener la consolidación de una dictadura corporativa que comienza a provocar una nueva diáspora de asilados y refugiados políticos.
La vicemandataria estadounidense llegará aquí en breve, luego de un cambio de avión por desperfectos técnicos, de acuerdo con fuentes de prensa que la acompañan en esta primera gira de trabajo por Centroamérica, pues después viajará a México.
Mañana se entrevistará con el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, y conversará también con representantes de la sociedad civil, líderes comunitarios, laborales y empresariales, de acuerdo con la agenda de trabajo divulgada en las últimas horas.
Se espera el anuncio de varios acuerdos encaminados a paliar la migración irregular, así como reactivar la economía y combatir la corrupción para combatir causas estructurales y problemas históricos que requieren no solo buenas intenciones, recordaron analistas.
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