Se trata de la campaña ‘Limpiar el Mediterráneo’, este año en su vigesimoctava edición, coordinada por la asociación italiana Legambiente, una de las iniciativas más importantes en la región, impulsada por la Red de Gestión Costera y Monitoreo para la lucha contra la basura marina en el Mediterráneo.
Un comunicado de Legambiente ofreció detalles sobre la campaña de saneamiento realizada los fines de semana del 14 y 28 de mayo.
Más de mil 500 voluntarios, de ocho a 70 años, integrantes de asociaciones, universidades, ayuntamientos, organismos públicos, escuelas y ciudadanos participaron en las actividades de limpieza realizadas principalmente en 34 playas ubicadas cerca de núcleos urbanos.
Fueron recolectadas 630 bolsas de residuos, unas 10 toneladas en total, más del 90 por ciento de ellos plásticos, como botellas, frascos, tapones, vasos y fragmentos heterogéneos, además de guantes, mascarillas y dispositivos sanitarios relacionados con la emergencia de Covid-19.
Más del 60 por ciento de las playas limpiadas, según el reporte, corresponden a Líbano y Túnez en mayor cantidad, pero también a Argelia, Croacia, Grecia, Italia y España.
Además, la campaña llegó hasta siete playas ‘de ensueño’, indicó el texto, como Islas Baleares (Menorca), Creta (Skaleta), Istria (Labin), Salento (Lecce y Taranto), Cyrenaica (Apollonia) y Epirus (Parga).
Lugares, destacó, buscados por los turistas que, sin embargo, esconden una cantidad sustancial de desechos, hasta 335 por cada 100 metros lineales, de los cuales el 87 por ciento son plásticos.
Giorgio Zampetti, director de Legambiente apuntó que ‘los datos recogidos en la última edición de Clean up The Med hablan, una vez más, de un ecosistema que sufre y se asfixia por el plástico. Existe, dijo, una urgencia absoluta por adoptar políticas comunes en todas las naciones con costas en el Mediterráneo en la gestión de residuos, tanto en su producción como en su disposición’.
Consideró que una verdadera revolución contra la basura marina, precisará extender la prohibición de los desechables a todos los países ribereños del Mediterráneo, junto con regulaciones más estrictas también sobre los residuos más comunes abandonados en las playas.
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