El comité de Asuntos Exteriores de ese órgano expresó profunda insatisfacción en un comunicado y consideró la norma otro acto de injerencia destinado a frenar el desarrollo del país asiático.
Denunció que con la herramienta Washington exagera la teoría sobre la supuesta amenaza china en un intento por mantener su hegemonía y alimentar la guerra fría.
‘Cuando el mundo se adentra en un período de turbulencia y cambios, la práctica de tratar a China como un enemigo imaginario va en contra de la tendencia general’, acotó el comité en su texto.
Enfatizó en que la ley norteamericana está cargada de ‘mentiras y prejuicios ideológicos’, reiteró el compromiso de Beijing con el desarrollo pacífico y también oposición a la visita de tres legisladores estadounidenses a Taiwán.
La víspera el Senado norteamericano aprobó con una votación 68-32 la ley, que destina más de 170 mil millones de dólares a la investigación y desarrollo tecnológico, con la idea de animar a las firmas locales a producir semiconductores en aquel país.
La iniciativa tiene como trasfondo las acusaciones a Beijing sobre supuesto espionaje industrial y amenazas a la seguridad nacional, algo todavía no probado.
Siguió a la ampliación la semana pasada de restricciones a compañías de Estados Unidos a hacer negocios con 59 de China, incluido Huawei.
En ese contexto, la nación oriental debate una norma para blindar a sus firmas de sanciones extranjeras.
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