‘Las tendencias son claras: en toda la región este año ha sido peor que el anterior. En muchos lugares las infecciones son más altas ahora que en cualquier otro momento durante esta pandemia’, alertó la doctora Carissa Etienne, directora del organismo sanitario internacional.
Detalló que en Trinidad y Tobago el mayor ascenso de infecciones y muertes fue el mes pasado; mientras en Haití las hospitalizaciones ponen a prueba los suministros de oxígeno, y en países centroamericanos, como Panamá y Guatemala, se reporta un aumento de nuevos casos.
Estados sudamericanos como Argentina, Uruguay y Chile informaron un incremento de las infecciones, y tanto la cifra de casos como de muertes ascendieron en Bolivia y Colombia durante las dos semanas anteriores, incluso en este último país las camas de las unidades de cuidados intensivos están casi al límite de su capacidad.
En todo el continente, incluida América del Norte, hubo casi 1,2 millones de nuevos casos de Covid-19 la semana pasada y más de 34 mil muertes, según datos registrados.
Asimismo, cuatro de los cinco países con mayor número de muertes en el mundo se encuentran en las Américas.
A pesar de que se han duplicado, o hasta triplicado, el número de camas de los hospitales en toda la región, la capacidad en las unidades de cuidados intensivos están al máximo, el oxígeno se está agotando y el personal sanitario está desbordado, lamentó la directora de la OPS.
Por otro lado, señaló que controlar la Covid-19 en América Latina y el Caribe podría demorarse años si continúa el ritmo lento de vacunación actual en esta región, pues en algunos países se ha vacunado al tres por ciento de la población, mientras en otros el porcentaje no llega a uno.
En su opinión, ‘la desigualdad ha dictado con demasiada frecuencia quién tiene derecho a la salud’; en este caso el suministro de vacunas se concentra en pocos países, mientras la mayor parte del mundo espera por la distribución de las dosis.
Agregó que si las tendencias actuales continúan, las disparidades de salud, sociales y económicas en la región aumentarán aún más, y podrían pasar años antes de poder controlar este virus en las Américas.
La doctora Etienne insistió en que los países de América Latina y el Caribe deben adherirse a las medidas de salud pública probadas, como el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social.
También instó a poner en marcha sistemas de vigilancia sólidos respaldados por pruebas periódicas y rastreo de contactos, para controlar este virus.
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