De acuerdo con los republicanos, lo pactado hasta ahora no contempla el alza de impuestos, pero prevén gastar solo una parte de la inversión sugerida por la Casa Blanca.
El congresista Mitt Romney (R) advirtió que el consenso es solo de los 10 miembros del grupo, pues aún es necesario presentarlo al ejecutivo y al resto de los legisladores para luego ver si resulta aprobado en el Congreso.
Los senadores intentan elaborar su propio plan después de que fracasaran las conversaciones sobre el tema entre el presidente Biden y la senadora republicana Shelley Moore Capito.
La prensa local informa que la Casa Blanca está en contacto con los negociadores, ya que el mandatario apunta a un proyecto de ley de infraestructuras como una de sus grandes iniciativas legislativas.
En un primer momento, el gobernante propuso un plan de 2,3 billones de dólares que contemplaba una serie de inversiones en energía limpia, vivienda y escuelas, todo lo cual los republicanos consideraron no relacionado con las infraestructuras.
El gobierno enfrenta una dura oposición a su iniciativa, ideada para expandir el crecimiento y competir en el futuro sin importantes inversiones federales, señalan analistas.
Entretanto, la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes presentó un proyecto de ley para invertir en infraestructura de transporte terrestre más de medio billón de dólares.
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