En un encuentro al margen de una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que sesionó este lunes en Bruselas, ambos líderes conversaron durante una hora a puertas cerradas.
El ambiente fue positivo, según fuentes de Atenas. Inicialmente no hubo ningún pronunciamiento de Ankara.
Tanto Mitsotakis como Erdogan se mostraron de acuerdo en la necesidad de dejar atrás la tensión que caracterizó fundamentalmentye el final de 2020 cuando estuvieron a punto de un conflicto armado.
Las partes conversaron sobre la gestión de la migración, uno de los puntos que constantemente forma parte de los exabruptos bilaterales. Grecia y Turquía mantienen un diferendo por la delimitación marítima en el Egeo y el Mediterráneo oriental, así como en la cuestión de Chipre.
Las partes griegas aseguraron que Mitsotakis pidió a Erdogan que, como gesto de buena voluntad, acepte la devolución de mil 450 migrantes cuya demanda de asilo fue rechazada en Grecia, donde llegaron tras pasar por Turquía, tal como está establecido en la declaración conjunta Unión Europea (UE)-Turquía sobre migración firmada en 2016.
No obstante, reconocieron que existen desavenencias en el punto a la par que llamaron a solucionarlo sobre la base de la legislación internacional y a través de contactos exploratorios, consultas políticas y otras medidas de construcción de confianza bilateral.
Ambos líderes reafirmaron su intención de promover 25 puntos de cooperación económica acordados por sus viceministros de exteriores y destacaron que ‘la mejora de las relaciones bilaterales se hace paso a paso y hoy se ha dado un paso en la buena dirección’.
El encuentro fue el primero entre ambos desde que el año pasado se intensificaron las tensiones por la exploración de hidrocarburos por la parte turca en zonas reclamadas por Grecia del Mediterráneo oriental.
La situación llevó a la intervención diplomática de Alemania, entonces en la presidencia semestral de la UE.
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