En el convite, aupado por Estados Unidos, se discutirá un proyecto de resolución titulado ‘La situación en Nicaragua’, el cual, entre otras cosas, expresa preocupación por la negativa del gobierno sandinista de aprobar un paquete de ‘reformas electorales’ planteadas por la OEA.
Al respecto, un reciente tweet del diputado liberal Wilfredo Navarro revela lo que se persigue.
‘El falaz de Almagro pidió reunión de la OEA por Nicaragua. Es ciego, sordo y mudo para lo que pasa en Colombia y El Salvador. Y no lo hizo cuando promovió golpe en Bolivia o en los casos de Correa en Ecuador, Lula en Brasil o la Kirchner en Argentina. Ahí no tuvo prisa’, apuntó.
El texto propuesto establece también ‘condenar inequívocamente el arresto, acoso y restricciones arbitrarias impuestas a los posibles candidatos presidenciales, a los partidos políticos y a los medios de comunicación independientes, y pedir la inmediata liberación de los posibles candidatos y de todos los presos políticos’.
También insta al gobierno a que ‘sin demora, implemente medidas legislativas y de otro tipo que sean acordes con las normas internacionales aplicables a fin de promover unas elecciones libres y justas en noviembre, incluido el buen recibimiento de observadores electorales fidedignos de la OEA y de otros países’.
Sin duda, estiman observadores, la organización aspira a tener participación en la observación de las elecciones en esa nación centroamericana, algo que hace recordar como utilizó ese mecanismo para desconocer la victoria en las urnas de Evo Morales, en Bolivia, y cantar fraude.
Sobre el tema, la subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Julie Chung, pidió a la OEA enviar una ‘señal clara’ a Nicaragua, y calificó de ‘campaña de terror’ la aplicación de la ley por el gobierno de Managua.
El miércoles pasado, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, instó a sus miembros a que suspendan la participación de Managua en este organismo tras la detención de varios políticos opositores.
Recientemente, la publicación estadounidense The Grayzone mostró una amplia recopilación de datos sobre cómo medios financiados por Washington incitaron un golpe de estado en 2018 contra el gobierno sandinista.
Según según esta fuente, los estadounidenses lanzaron una operación con decenas de millones de dólares para crear, entrenar, y financiar a grupos opositores de la derecha y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), financió a varias organizaciones anti-sandinistas, cuyos dirigentes hoy están tras las rejas.
Usaid hizo énfasis especial en cultivar los medios de comunicación para bombardear a los nicaragüenses con desinformación y decepción, avanzando los intereses de la oposición derechista, señaló la publicación.
Según el sitio en internet, para cultivar este aparato mediático, Usaid canalizó el dinero a través de una organización operada por la familia oligárquica más poderosa del país, la Fundación Chamorro.
En julio de 2018, el editor de The Grayzone, Max Blumenthal, visitó las oficinas de 100 Por ciento Noticias en Managua.
Allí, Blumenthal se reunió con Miguel Mora, el director del canal, quien dijo abiertamente que quería una invasión militar estadounidense a su país para derrocar al presidente Daniel Ortega.
Por otra parte, los aprestos de agresión contra el pueblo nicaragüense también incluyen al ‘secretario de Estado’ de Trump para la región, el senador republicano Marco Rubio, quien en sus diatribas contra Managua plantea que ‘Nicaragua es un problema de seguridad nacional para los Estados Unidos’.
En este escenario, Almagro y comparsa alistan la agresión contra el pueblo nicaragüense, donde los millones de dólares que proporciona Washington son parte importante de la conjura, opinaron varios analistas.
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