Esa iniciativa, que ahora deberá continuar su tramitación en el Senado, requería de al menos 93 votos para salir adelante, y a pesar de las reticencias de parte de los legisladores de derecha, esa barrera se superó ampliamente con 105 a favor, 33 en contra y nueve abstenciones.
El tema volvió a cobrar actualidad tras la bajísima asistencia reportada en la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores regionales del domingo último cuando solo acudió a las urnas a nivel nacional el 19,6 por ciento del padrón electoral, todo un récord.
En concreto, la reforma modifica la Constitución vigente, la cual expresa que el sufragio es personal, igualitario, secreto y voluntario, término que sería cambiado por ‘obligatorio’.
El proyecto establecía excepciones de esa obligatoriedad para los mayores de 75 años, las personas con discapacidad y los chilenos residentes en el extranjero, pero todas fueron rechazadas con excepción de la atinente a quienes viven fuera del país.
Si el proyecto es aprobado y despachado por el Senado, comenzará a regir al momento de modificarse la ley orgánica constitucional respectiva, pues demandaría además que el Servicio Electoral defina cómo se implementará y los tipos de sanciones para los infractores, entre otros detalles.
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