Así lo expresó el ministro de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukry, durante una reunión de emergencia del bloque, celebrada en Doha, Qatar, en la cual solicitó una postura unificada a favor de reprogramar las negociaciones entre Egipto, Sudán y Etiopía hasta lograr un acuerdo equilibrado.
El canciller aclaró que sus palabras ‘no debían entenderse como un intento de crear una alineación contra un país africano hermano’, sino como un llamado a la solidaridad árabe con los esfuerzos egipcio-sudaneses.
‘Insistimos en agotar todas las vías diplomáticas posibles, por eso estamos aquí’, recalcó.
Egipto considera que Etiopía intenta imponer su visión y desatender las exigencias de los países aguas abajo a partir del ‘comportamiento evasivo’ y la ‘intransigencia’
‘Negociar indefinidamente es inaceptable, sobre todo porque conocemos las intenciones de la otra parte’, subrayó Shoukry.
La porfía trilateral de más de una década alrededor de la GERD continúa estancada sin progresos tangibles, pero los etíopes avanzan en la construcción del embalse de 74 mil millones de metros cúbicos y prevén realizar el segundo llenado en julio próximo.
Egipto demanda, sobre todo, un acuerdo legal vinculante que regule los procesos de operación de la presa y acopio de agua, en aras de proteger sus derechos sobre el río Nilo.
De acuerdo con la postura oficial de El Cairo, Etiopía ignora deliberadamente todas las reglas internacionales, según las cuales el segundo cauce más largo del mundo es propiedad conjunta y, por tanto, Addis Abeba no debería adoptar medidas unilaterales que amenacen los intereses de otros.
‘Nuestra paciencia ha sido sometida a varias pruebas’, dijo el jefe de la diplomacia egipcia, quien lamentó también el fracaso de la Unión Africana en la mediación del conflicto.
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