Nacido el primero de enero de 1970, el embajador de la nación caribeña posee una vasta experiencia en el servicio exterior de su país, así como en estructuras y temas relacionados con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Su candidatura será sometida mañana a votación en el 42 período de sesiones de la Conferencia de la FAO, junto con las de los también embajadores Zoltán Kalman, de Hungría, y Hans Hoogeveen, de Países Bajos.
El Consejo actúa como órgano ejecutivo de la Conferencia en el período comprendido entre sus reuniones bienales en múltiples ámbitos de responsabilidad, entre ellos la ejecución del programa de trabajo y presupuesto.
En diálogo con Prensa Latina, Arvelo expuso sus argumentos centrados en lo que calificó como una ‘plataforma muy simple’ basada en la inclusión, transparencia y fortalecimiento de la FAO ‘para beneficio de todos sus miembros’, en contraposición con la visión de sus oponentes.
El diplomático dominicano señaló que tanto los países de procedencia de sus contendientes, como el grupo europeo en general, ‘tienen décadas buscando una FAO más pequeña, más débil, que sólo responda a sus intereses’, aunque no lo proclamen así desde una tribuna.
En ese sentido indicó que ellos abogan reiteradamente, en todos los órganos rectores, por una FAO cuya prioridad sean algunos temas como la fijación de estándares, la inocuidad alimentaria, los patógenos que afectan la producción animal y vegetal, la resistencia a los antimicrobianos y los antibióticos, entre otros.
Resulta, dijo, que los países en desarrollo, mi propio país, los países de nuestra región, todo el sur global, tenemos también esas prioridades que no son exclusivas de ellos.
Sin embargo, advirtió que para eso es necesario que los estándares y todas las medidas técnicas que constituyen ‘la prioridad absoluta y única de los países desarrollados, esos conocimientos, esas buenas prácticas, sean transferidos a nuestros países’.
En opinión del embajador, eso sólo será posible en el marco de un programa de cooperación técnica robusto, provisto de recursos financieros y humanos suficientes.
Ellos imprimen dólares, imprimen euros, tienen sociedades industrializadas con infraestructura, avances técnicos, tecnologías de punta, entonces les tiene sin cuidado que exista o no el programa de cooperación técnica.
Esa es la discusión que hay aquí, por eso cuando yo hablo de inclusión, de trasparencia, de fortalecer la organización para todos sus miembros, subrayo la palabra todos porque, añadió, ‘la FAO no puede ser solamente una organización que satisfaga las necesidades de un grupo de países ricos’.
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