En la semana concluida el 11 de junio las reservas de crudo mermaron en 7,4 millones de barriles hasta situarse en 466,7 millones de barriles, cuando los analistas esperaban una contracción de 3,3 millones de toneles.
Mientras, se incrementaron en dos millones de barriles las existencias de gasolina, y totalizaron 243 millones de toneles, frente a la pérdida prevista de 624 mil barriles.
Por su parte, los inventarios de destilados —incluidos los combustibles para calefacción y diesel— bajaron en un millón de barriles hasta los 136,29 millones de toneles, en contraste con el incremento proyectado de 186 mil barriles.
La oficina gubernamental reportó, además, que en ese periodo las importaciones netas de crudo en la nación norteña declinaron en 845 mil barriles diarios.
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