Ese escenario europeo, situado a 85 kilómetros de Berlín, conforma una estructura anillada de madera, reconstruida en 2016 y convertida en una reconocida atracción turística, e incorpora este nuevo hallazgo que data de entre 2300 y 2050 antes de Cristo.
La última serie de excavaciones, iniciadas en mayo último, reunió a especialistas de la Universidad de Halle y la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos y Arqueología e incluyó el descubrimiento de dos viviendas, junto con 20 zanjas y dos enterramientos.
El estudio incorporó, además, 80 planos de casas completas para un total de 130 viviendas identificadas, entre ellas, dos casas largas, 20 pozos de asentamiento y dos tumbas e, incluso, los arqueólogos sospechan de la existencia de un culto a los cráneos en ese lugar.
Otros hallazgos resultaron los entierros con huesos rotos de niños, adolescentes y mujeres, asesinados, presuntamente, como parte de los rituales de sacrificio humano y estructuras de diferentes periodos, algunas de ellas de la etapa inicial de la construcción de los monumentos.
Esas edificaciones comparten características similares a la cultura del vaso campaniforme del 2800 antes de Cristo y, según los expertos involucrados, las excavaciones continuarán hasta octubre de 2021, para comprobar el entorno social y religioso y determinar la relación entre la zona y el recinto ritual.
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