Panamá Indígena es el nombre que identifica la nueva propuesta, a través de la cual los viajeros podrán conocer la sabiduría y su conexión espiritual con la naturaleza prístina que rodea a las siete comunidades indígenas existentes en el país: Ngäbe, Buglé, Naso Tjërdi, Bri-Bri, Guna, Emberá y Wounaan.
Recientemente el administrador de la ATP, Iván Eskildsen, presentó la iniciativa a las autoridades y delegados de 11 de los 12 territorios indígenas, la cual forma parte del circuito turístico que desarrolla la institución en el contexto de las Rutas Patrimoniales planteadas en el Plan Maestro de Turismo Sostenible 2020–2025.
De acuerdo con el funcionario, el 80 por ciento de la economía de esos territorios dependen de la llamada industria sin humo, por lo que las restricciones de movimientos para frenar la Covid-19 representaron un duro golpe, del cual apenas intentan recuperarse con la apertura económica.
Entre los paradisíacos paisajes, Eskildsen enumeró los que posee la comarca Guna Yala, con sus cristalinas playas en el Caribe panameño, y la Emberá Wounaan, cuya cultura y gastronomía atrajeron la atención en la reciente Feria Internacional de Turismo, celebrada en España.
Cascadas, ríos, danzas autóctonas, senderos medicinales, vestimentas y artesanías son algunas de las cosas interesantes que busca ‘el viajero consciente de estos tiempos’, dijo.
Al respecto, mencionó el Sendero de los Astronautas, ubicado en Gamboa, un área boscosa de la zona del Canal a 32 kilómetros de esta capital, cuyo nombre rinde homenaje a los hombres que fueron entrenados por el cacique Emberá-Wounaan Manuel Antonio Zarco, antes de viajar a la Luna a bordo de la nave espacial Apolo 11.
En contraposición relacionó algunos destinos interesantes pocos conocidos como los de la comunidad Naso en Bonyic, enclavada en la caribeña provincia de Bocas del Toro, y la Emberá de Playa Muerto, en el Pacífico de la fronteriza provincia de Darién, conocido por el avistamiento de las ballenas jorobadas y el Águila Harpía, ave nacional.
También los ngäbe, uno de los grupos indígenas más grandes de la nación istmeña, posee atractivos como la ‘impresionante’ cascada en la zona del Soloy, aseguró Eskildsen, quien se refirió al Tour del Cacao y a las cuevas que poseen los gunas de Madugandí que viven en el lago Bayano, ubicado en la parte oriental de la urbe citadina.
Según datos oficiales, los pueblos originarios representan más del 13 por ciento de la población total de Panamá y custodian el 23 por ciento del territorio nacional.
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