Como estaba previsto, el equipo salió al cosmos justo a las 09:22, hora local, desde el centro de Jiuquan (noroeste), ubicado en el desierto del Gobi, confirmó la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados.
Ahora se espera que después de entrar en órbita, la nave de forma automática se acople con el módulo central de la estación Tianhe.
Se trata de la séptima misión tripulada en la historia de China y los integrantes de ésta son oficiales de mando e ingenieros. Dos de ellos saldrán de la nave y el tercero esperará adentro.
Permanecerán durante tres meses en el cosmos y se dedicarán a realizar tareas de reparación, mantenimiento y ensamblaje de la estación espacial.
China envió a esos profesionales luego que el mes pasado la nave de carga Tianzhou-2 se acopló con el módulo central de la Tianhe para entregar suministros, equipos y combustible.
El Gobierno prevé en total la salida de 10 misiones tripuladas para adiestrarse en el ensamblaje y construcción en órbita de naves complejas y grandes, así como en la realización de vuelos de larga duración cerca de la Tierra y de experimentos a gran escala.
La estación de China operará en la órbita terrestre baja a una altitud de entre 340 y 450 kilómetros, mientras su vida útil está diseñada para 10 años.
Sin embargo, los expertos creen que podrá durar más de 15 años con mantenimiento y reparaciones adecuadas.
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