Jamal forma parte del Tribunal de Apelación de Ontario desde 2019, y ocuparía el puesto de la jueza Rosalie Silberman Abella, quien se jubila a los 75 años de edad el 1 de julio próximo.
El magistrado nació en Nairobi, Kenya, en 1967, y creció en Inglaterra y Canadá, según el Departamento de Justicia del país norteño.
El diario Globe and Mail señaló que Trudeau estaba presionado por las organizaciones de minorías e indígenas para que el Tribunal Supremo fuera más diverso.
En el juez encontró un candidato ampliamente considerado como supremamente cualificado: bilingüe, versátil, experto constitucional y litigante que representó a todo el mundo, desde las grandes empresas hasta la Asociación Canadiense de Libertades Civiles.
Al ampliar la diversidad del tribunal la nominación se hace eco del de la jueza a la que sustituye: La jueza Rosalie Abella fue la primera mujer judía del tribunal, la primera refugiada y la primera hija de supervivientes del Holocausto.
Según algunas fuentes es una nominación excepcional y, lo que es más importante, la primera persona negra que entraría en el máximo tribunal.
Sin embargo, la comunidad indígena expresó su preocupación por el hecho de que no se eligiera a un candidato de entre ellos.
‘La Asociación de Abogados Indígenas está decepcionada porque en los 145 años de la Corte Suprema, la institución aún no ha visto a su primer juez indígena’, afirmó en una entrevista Drew Lafond, presidente de la asociación, que representa a 333 abogados registrados y activos, académicos y estudiantes de derecho.
mgt/lb