En un discurso este miércoles en la Casa Blanca, el mandatario explicó que la estrategia gubernamental tiene entre sus ejes fundamentales detener el flujo de armas de fuego y proporcionar más recursos a las fuerzas del orden.
Igualmente, destacó que prevé ampliar los programas de verano y las oportunidades de empleo, especialmente para los jóvenes, y ayudar a las personas anteriormente encarceladas a reinsertarse en sus comunidades.
La Casa Blanca permitirá utilizar 350 mil millones de dólares de los fondos estatales incluidos en el Plan de Rescate de Estados Unidos para contratar más agentes encargados de hacer cumplir la ley y comprar equipamiento de respuesta a actos violentos.
Esos fondos también servirán para expandir los programas de campamentos de verano, los servicios de salud mental, la asistencia alimentaria y otras prestaciones sociales que ayudan a prevenir el crimen.
El anuncio presidencial se produce mientras algunos demócratas y defensores de una reforma policial exigen que sea una prioridad legislativa después del asesinato del afroamericano George Floyd, cuando un policía blanco lo asfixió con una rodilla en el cuello.
Durante su campaña presidencial Biden prometió abordar la reforma policial, pero hasta ahora el Congreso sigue sin llegar a un acuerdo sobre un proyecto de ley.
En los primeros cinco meses de 2021, más de ocho mil 100 personas murieron en tiroteos en Estados Unidos, aproximadamente 54 vidas perdidas por día, 14 decesos diarios más que durante el mismo período en seis años anteriores, indican datos del Gun Violence Archive, una organización sin fines de lucro.
En 2021 el número de víctimas y el total de tiroteos que mataron o lesionaron al menos a una persona superan los de los primeros cinco meses de 2020, año más mortífero en cuanto a violencia armada en al menos dos décadas.
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