La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró que el calendario de repliegue no cambiará y confirmó la visita a Washington el próximo viernes del presidente afgano, Ashraf Ghani.
El viaje de Ghani coincide con la fase final de salida de los dos mil 500 soldados estadounidenses y siete mil de la OTAN presentes en Afganistán, proceso iniciado el 1 de mayo y previsto para concluir en septiembre.
El mandatario estadounidense, Joe Biden, anunció la salida de los efectivos del Pentágono del territorio afgano a mediados de abril, casi dos décadas después de su intervención en ese país en una supuesta cruzada contra el terrorismo.
Desde el anuncio de la retirada, medios de prensa reportan que el movimiento talibán tomó el control de más de 50 comunidades y tiene bajo su poder 118 de los 407 distritos del país, mientras otros 190 se encuentran en disputa.
De acuerdo con la vocera presidencial de Washington, ambos hechos no están directamente relacionados, pues si no iniciaban la salida, la violencia contra las tropas extranjeras también habría aumentado.
Por su parte, un análisis divulgado en el diario The Hill considera que el gobierno afgano podría derrumbarse tan pronto como seis meses después de que todas las tropas estadounidenses se retiren del país.
La guerra de Afganistán, que comenzó en octubre de 2001, tras los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York, es la más larga de la historia de Estados Unidos y en ella perdieron la vida más de dos mil 300 soldados norteamericanos.
Entretanto, el país asiático vive situación de inestabilidad política, económica y social agudizada desde la invasión de las tropas norteamericanas y de la OTAN, según los expertos.
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