Condenamos la manipulación y la instrumentalización de este organismo que está siendo utilizado como punta de lanza por el gobierno de los Estados Unidos, en su guerra de agresión contra Nicaragua, dijo Luis Alvarado, embajador del país centroamericano ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Alvarado acotó que Washington se aprovecha de la mencionada comisión para también seguir adelante con lo que calificó como descarada injerencia en el proceso electoral nicaragüense.
Ese tipo de informes, añadió, no tienen ninguna credibilidad ni relevancia, la población nicaragüense ya los conoce muy bien y sabe a cuáles intereses representan, además de cómo tergiversan la realidad nacional.
El hecho de emplear una visión parcializada y sesgada a fin de minimizar las acciones criminales cometidas en ‘contra del pueblo nicaragüense por grupos terroristas, mercenarios y vendepatrias financiados y dirigidos por el gobierno norteamericano con el objetivo de romper el orden constitucional, afectar la paz y la seguridad ciudadana’, también fue denunciado por Alvarado.
Explicó que para colmo del doble rasero y el cinismo, para tratar de condenar a Nicaragua, Estados Unidos apela a la CIDH, que paradójicamente financia y dirige pero no le reconocen potestad alguna para juzgar al país norteño en materia de derechos humanos, pues Washington no ratificó la Convención Americana.
Alvarado expuso que esa forma de actuación explica por qué la CIDH, junto a otros organismos igual de parcializados, calló y omitió de manera deliberada los actos de terrorismo, asesinato, tortura, secuestro, violación, robo con intimidación, incendios, extorsiones y otros delitos de crimen organizado, cometidos durante la intentona golpista de 2018 en su país.
Recordó que en aquella coyuntura fueron utilizadas todo tipo de armas, incluidas la de guerra, por parte de los supuestos ‘protestantes pacíficos’, que realizaron más de mil 300 tranques (cortes de vías por medio de barricadas) que paralizaron el país e impidieron el libre tránsito internacional de personas y vehículos.
Que no ose la CIDH, en su carácter de ONG y caja de resonancia del imperio y de sus políticas de agresión en contra de Nicaragua, venir a cuestionar nuestra institucionalidad, la independencia, legitimidad y legalidad del Poder Legislativo, Judicial y Electoral de nuestro país, advirtió el diplomático.
Alvarado denunció además que a dichas acciones de agresión contra su nación se suman otros países miembros de dicha organización.
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