En un comunicado emitido por la Cancillería, el Gobierno bolivariano reiteró la alerta sobre las pretensiones de Estados Unidos de ejecutar el secuestro del diplomático, situación ante la cual hizo un llamado a las autoridades caboverdianas de velar por la seguridad del ciudadano venezolano bajo su custodia.
Asimismo, Venezuela demandó a Cabo Verde dar cumplimiento a la decisión adoptada el pasado 8 de junio por el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en la que instruye garantizar los derechos humanos del embajador Saab, incluida la suspensión de su extradición a territorio estadounidense.
El Estado venezolano recordó además el pronunciamiento del 15 de marzo del Tribunal de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, el cual calificó de arbitraria la detención del funcionario y exigió su liberación inmediata.
Venezuela expresó su esperanza de que, a pesar de la enorme presión política, la Corte Constitucional de Cabo Verde se mantendrá firme y hará justicia al embajador Alex Saab, como garante de los derechos humanos y del derecho internacional.
El Gobierno venezolano acreditó a Saab en 2018 como enviado especial de la nación sudamericana, cuyas funciones consistían en facilitar la obtención de suministros médicos, alimentos y otros bienes, frente a los obstáculos impuestos por el bloqueo de Estados Unidos.
A mediados de 2020, el funcionario resultó detenido en Cabo Verde a solicitud de Washington, durante una escala técnica de la aeronave que lo transportaba, y en desconocimiento de la inviolabilidad de la inmunidad correspondiente a su investidura de agente diplomático.
De acuerdo con denuncias del Ejecutivo bolivariano, la detención respondió a la campaña de asedio orquestada por la anterior administración estadounidense contra Venezuela, con el fin de infligir más sufrimiento al pueblo y desestabilizar sus instituciones y orden interno.
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