En su página oficial, una declaración firmada por su presidenta, Gleisi Hoffmann, hace extensivo su rechazo a la posición brasileña de 2019, cuando presionado por la administración de Donald Trump, la diplomacia del mandatario Jair Bolsonaro votó a favor del asedio.
La nota precisa que el 23 de junio ‘los países miembros de la ONU mantuvieron su posición mayoritaria e incontestable sobre la condena al bloqueo, con el siguiente resultado: 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Brasil, Colombia y Ucrania)’.
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Denuncia que ‘en 2019, Brasil fue aún más explícito y votó en contra de la condena, rompiendo con nuestra tradición diplomática adoptada desde 1992 y siguiendo las directrices del entonces canciller Ernesto Araújo y su total sumisión al expresidente Donald Trump’.
Según el PT, ‘este aparente cambio de posición entre las dos votaciones sigue sin reflejar el verdadero legado histórico de nuestra diplomacia’.
Por el contrario, precisa, ‘retrata la incapacidad de nuestro actual gobierno para asumir una postura independiente y soberana, respetando los años de trabajo mundialmente reconocido de los profesionales de Itamaraty (cancillería)’.
Al abstenerse, remarca el partido, ‘el Gobierno brasileño prefirió guardar silencio ante un acto flagrante de ilegalidad contra la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional’.
Insiste en que el ‘PT sigue decidido a defender la soberanía de Cuba y contra el criminal bloqueo impuesto por Estados Unidos a esta nación y a su pueblo’.
La organización política reitera que defenderá ‘una política internacional brasileña activa y orgullosa, como lo fue durante los gobiernos de (Luiz Inácio) Lula (da Silva) y Dilma (Rousseff)’.
En esas administraciones, subraya, ‘alcanzamos un grado de reconocimiento internacional sin precedentes y seguiremos en el camino de la soberanía de los pueblos y la igualdad de las naciones en las relaciones internacionales’.
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