Desde el pasado año, la actual dirección del Ministerio Público dominicano lleva a cabo un proceso encaminado a luchar contra la impunidad y la corrupción, el cual dejó un saldo de varias operaciones efectuadas y no pocas detenciones.
Recientemente, la procuradora general, Miriam Germán, dijo que cerca de 500 casos estaban en poder de esa institución, los cuales poco a poco saldrán a la luz, algo que si no constituye un record logra un buen average.
Pero, cuando terminas de asombrarte con un caso, digamos donde están involucrados los hermanos del expresidente, Danilo Medina, (Operación Pulpo) o aquel donde el mayor general Adán Cáceres, exjefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial es la cabeza, aparecen otros iguales o peores.
Ahí está la Operación 13, la cual tuvo como centro a la Lotería Nacional y ahora la Medusa, en la cual está involucrado nada más y nada menos, que el ex procurador general, Jean Alain Rodríguez.
Y todo lo anterior, sin mencionar que por ahí da vueltas la Operación Caracol, donde están involucrados los directivos de la Cámara de Cuentas, el caso de las distribuidoras de Electricidad, más el inconcluso proceso de Odebrecht, por solo citar algunos .
El actual gobierno de esta nación, encabezado por el presidente, Luis Abinader, desde su ascenso al poder el pasado año, dijo que no iba a permitir la impunidad ni la corrupción y eso lo reitera constantemente.
Inclusive, en una entrevista ofrecida en el pasado mes de mayo, advirtió que quien cometa actos de esa naturaleza en su gobierno, o es un patológico corrupto o un suicida, pues sabe que será sustituido de su cargo y sometido a la justicia si lo requiere la circunstancia.
Asimismo, agregó, tiene la responsabilidad de que los fondos públicos sean administrados de manera adecuada, al tiempo de destacar cómo los sometimientos a la justicia ocurridos en su administración, nunca fueron comunes en el país.
‘Todos los días dedico varias horas a llamar y cuidar para llevar a cabo auditorías para que los recursos del Gobierno sean utilizados de manera adecuada’, aseveró.
Ciertamente, en estos momentos la Procuraduría General está bajo el mandato de una jurista como Germán, la cual goza de prestigio y respeto en el país y quien ha dicho que mantiene total independencia en su trabajo, algo creíble en su caso, pero esto no lo es todo.
La corrupción en Dominicana no nació ayer, está enraizada en la sociedad que hace mucho daño y lo más duro, es un mal difícil de erradicar pues vive y se desarrolla dentro del entramado nacional.
Por otra parte, no basta con detectar los problemas y ubicarlos, porque el otro cáncer que corroe es el de la impunidad y hacía allí dirigen la vista sectores progresistas dominicanos, quienes claman el cese de ese mal y piden sanciones para los delincuentes.
Hoy por hoy, son esperadas penas para no pocos casos que desangraron a este país o afectaron a personas; sin embargo, los procesos van alargándose como las gomas de mascar y parecen no tener fin,
Dominicana, un país de 10,5 millones de habitantes, ocupa el puesto 137 en el ranking del índice de percepción de ese vicio de la ONG Transparencia Internacional entre 180 países, puesto que no le hace ningún favor.
Pero demos margen a las dudas y esperemos que la consigna desplegada por el actual gobierno con respecto a cero impunidad, pueda convertirse en una realidad vista y disfrutada, máxime ahora cuando cuentan con un Ministerio Público que si no es como muchos quisieran en su totalidad, es diferente.
Todo parece indicar al Pulpo, al Caracol, al Coral y a la Medusa se le sumarán nuevas especies, al menos esa jugada está cantada, no obstante, lo importante es llegar al final de las operaciones con un resultado que responda a los intereses del pueblo.
Algunos dominicanos se esperanzan al ver las operaciones y piensan que la corrupción tiene la muerte cerca, sin embargo, todavía está viva y coleando, pero la esperanza es lo último que se pierde.
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