Según la investigación conducida por el director del Instituto de Equidad Social del Colegio Universitario de Londres, Michael Marmot, la esperanza de vida se redujo en 1,6 años en los hombres, y en 1,2 años en las mujeres, en el noroeste del país, con respecto a los niveles de 2019.
Datos provisionales de 2020 situaron ese indicador en Inglaterra en 78,7 años para los varones y 82,7 para las féminas.
El estudio de Marmot también detectó que el promedio de muertes asociadas a la Covid-19 en la región del Gran Manchester fue un 25 por ciento más alto que en el resto de Inglaterra en los 13 meses transcurridos hasta marzo de este año.
El experto aclaró que a pesar de concentrarse en esa zona altamente poblada, los resultados pueden generalizarse al resto de las áreas más pobres del territorio inglés, incluido algunas partes de Londres.
Al respecto, aseveró que la llegada de la pandemia de Covid-19 encontró a esas regiones muy debilitadas como resultado de los recortes presupuestarios introducidos por el gobierno conservador británico.
Tras advertir que sería un error trágico intentar restablecer el status quo una vez superada la crisis de salud, el especialista recomendó a las autoridades central del Reino Unido invertir más recursos en la atención de la infancia, mejorar los servicios de salud mental para los jóvenes y tomar medidas para proteger el medioambiente y los puestos de trabajo.
El alcalde laborista de Manchester, Andy Burham, celebró los resultados del estudio, y afirmó que la pandemia expuso de forma brutal las desigualdades existentes en Inglaterra.
De acuerdo con Burham, las personas de bajos ingresos y con empleos precarios tienen menos posibilidades de protegerse de la Covid-19, por lo que el riesgo de contagiarse y de llevar la enfermedad a sus hogares es mucho mayor.
El trabajo para contrarrestar esas desigualdades debe comenzar en las comunidades más golpeadas por la pandemia, a cuyos miembros se les debe ofrecer un buen empleo y una buena vivienda, sentenció.
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