‘Felicito a las fuerzas opositoras a Bolsonaro y a los movimientos sociales que lograron unificar los más de 120 pedidos de impeachment (juicio políitico) para presionar a (Arthur) Lira (presidente de la Cámara baja)’, escribió Lula en redes sociales.
Deseó que las protestas en la calle convenzan a Lira, aliado de Bolsonaro, de someter a votación la solicitud de destitución del exmilitar.
El llamado superpedido de impeachment fue presentado este miércoles en el Parlamento por partidos políticos, movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil.
La acción tuvo como objetivo unificar los argumentos de las más de 120 demandas de juicio político entregadas en la Cámara Baja.
Tal solicitud, con 271 páginas y 46 firmas, tiene la de partidos como el de los Trabajadores, Socialista Brasileño y Comunista de Brasil.
Además, rubricaron el documento entidades como la Central de Movimientos Populares, el Frente Brasil Popular, la Asociación Brasileña de Juristas por la Democracia y la Coalición Negra por los Derechos.
Cuenta asimismo con el respaldo de exaliados de Bolsonaro como los diputados conservadores Alexandre Frota, del Partido de la Social Democracia Brasileña, y Joice Hasselmann, del Partido Social Liberal.
Según el líder de la oposición en la Cámara, Alessandro Molon, este será el mayor pedido de impeachment presentado, bajo una pandemia de Covid-19 que cobró más de 515 mil muertes y se acerca a los 19 millones de contagios.
‘Es el más amplio, tanto por la enumeración de los delitos cometidos por el presidente de la República -desde los más antiguos hasta los más recientes- como por la cifra de firmantes, de las más diversas posiciones políticas’, comentó Molon al portal Congreso en Foco.
Algunos de las infracciones citadas en el texto fueron el estímulo a los militares para que no cumplan la ley, la incitación a un golpe de Estado con posiciones favorables al cierre de la Corte Suprema y del Congreso Nacional, y la apología de la tortura.
También se aludió el fomento de la indignación de la población contra el aislamiento social, la falta de un plan para combatir el patógeno y las mentiras para obtener ventajas políticas.
Entre los argumentos aparece uno reciente sobre la prevaricación de Bolsonaro en el caso de presunta corrupción en el contrato de compra de Covaxin, la vacuna india antiCovid-19.
jf/ocs