Estamos listos y dispuestos a colaborar con las autoridades haitianas y serían ellas las que liderarían la pesquisa, aseveró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, reveló en rueda de prensa que se encuentra en proceso un pedido de la policía de Haití para contribuir a aclarar quiénes son los responsables de la muerte del jefe de Estado.
Además, Price apuntó que le es imposible confirmar la presencia de un ciudadano estadounidense entre los detenidos como sospechosos del crimen y negó la cualquier implicación de la Administración de Control de Drogas (DEA) del país norteño en el delito.
Actualmente la primera dama haitiana se encuentra en un hospital de la ciudad estadounidense de Miami, Florida, a donde fue trasladada para atenderse las heridas de bala sufridas en el atentado.
El primer ministro interino del país centroamericano, Claude Joseph, confirmó en la mañana de ayer el asesinato del mandatario en su residencia, a manos de un comando armado integrado por personas que hablaban español.
Por el momento, el Gobierno haitiano continúa sin detallar las presuntas implicaciones de las unidades especializadas en la seguridad presidencial en el magnicidio.
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