Según el legislador, la exfuncionaria emitió una nota técnica a los estados, recomendando la inoculación de mujeres embarazadas que recibieron la primera dosis de la vacuna desarrollada por la empresa anglo sueca AstraZeneca con cualquier antígeno que estuviera disponible, sin ninguna prueba de seguridad.
Para el congresista, este procedimiento, denominado intercambiabilidad, causó muertes en el país.
La Agencia Senado asegura que el 8 de junio, cuando el ministro Marcelo Queiroga declaró ante la junta investigadora, el asunto generó una discusión entre ambos.
Alencar señaló que el hecho era muy grave y las personas ‘no pueden ser utilizadas como conejillos de indias’. Además, alertó, el fármaco del laboratorio estadounidense Pfizer lleva en su prospecto que no debe aplicarse en embarazadas.
El despido de Fantinato del cargo se publicó el 30 de junio en el Boletín Oficial de la Unión. Según Queiroga, ella pidió dejar el puesto.
La excoordinadora también fue objeto de ruptura del secreto telefónico y telemático por parte de la CPI, a pedido del asambleísta Alessandro Vieira.
El programa de vacunación está vinculado al Departamento de Inmunización y Enfermedades Transmisibles de la Secretaría de Vigilancia Sanitaria.
Además, es responsable de definir los calendarios de inoculación considerando la situación epidemiológica, con directrices específicas para niños, adolescentes, adultos, embarazadas, ancianos y pueblos indígenas.
En su solicitud, Vieira argumentó que el ritmo de vacunación en Brasil es lento y, en este escenario desfavorable, resulta necesario identificar cómo actuaron los gestores públicos responsables.
‘Pretendemos evaluar la actuación del equipo técnico de la cartera ante el avance de la pandemia, el aumento de casos y la baja vacunación, ante la posible existencia de un grupo paralelo al Ministerio de Sanidad que asesorara al presidente de la República (Jair Bolsonaro)’, remarcó.
En su décima semana, la CPI investiga el desempeño del Poder Ejecutivo ante la Covid-19 que cobró hasta la fecha 528 mil 540 vidas perdidas y 18 millones 990 mil 37 infectados.
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